sábado, 31 de octubre de 2009
Colocaste besos justamente en el lugar, cirugia para curar las heridas que
dejo el pasado sin sanar, y en el caos de mi infierno instalaste tu gobierno.
Fuiste casi imperceptible sin prisas de a poquito colocaste tu bandera
inmovible, fuiste tan demoledor pasito con pasito, tu paciencia arrolladora
me salvó.
Fui ganando con saber perder, sin afanes de imponer con la calma que viene del
tacto, con huella de gaviota, como si fuera una gota me atrapaste.
Me aceptaste como un cero izquierdo y sin valor, me peliaste sin nada
a tu favor, con la suavidad con la que se mueve un rumor, con el paso de un
anciano con paciencia de artesano, me salvaste...
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