viernes, 13 de noviembre de 2009

A veces callamos para evitar más dolor y en ese silencio aparecen las palabras que tanto necesitábamos. Un silencio, una palabra sencilla o un monologo irritante, todo habla, todo dice.
Pero a veces no alcanzan ni los silencios ni las palabras, hay que ir más allá, pasar de la palabra al acto, porque el resto, el resto es puro bla bla.

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